lunes, 13 de octubre de 2008

PONENCIA POR JOSÉ ALFONSO RODRÍGUEZ

COMBATE A LA CORRUPCIÓN.

De acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española, corrupción es:
1. f. Acción y efecto de corromper.
2. f. Alteración o vicio en un libro o escrito.
3. f. Vicio o abuso introducido en las cosas no materiales. Corrupción de costumbres, de voces.
4. f. Der. En las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores.
5. f. ant. diarrea.

Entonces, el concepto estereotipado y más común de corrupción, enfocado a la política o a la vida cotidiana, nos lleva a concluir que éste mal, que puede ser según el sesgo tanto sustantivo o verbo, como adjetivo, o adverbio y consiste en el plano de la Ética, en un acuerdo de carácter por demás inmoral entre dos agentes: un corruptor (el emisor o sujeto activo del verbo “corromper”) y un corrupto (el receptor o sujeto pasivo del verbo), siendo posible definir a la corrupción, cuando es colegiada, como el acuerdo contrario a la ortodoxia entre corruptos aliados en perjuicio de otros, que beneficia a algunos en sus propósitos particulares, por encima de la ley en el plano político.

En ésta tesitura, históricamente nos hemos visto afectados por la corrupción, (incluso al interior de nuestro Partido), y lamentablemente ella deviene de los absurdos sectarismos donde los asuntos del orden público, se siguen resolviendo en obscuras catacumbas, a veces con sesgos de complejas alegorías del orden arquitectónico que muy pocos entienden y a veces usando metáforas asaz filosóficas que equívocamente sostienen que la fuerza del grupo o individuo, derivan de “su resistencia a los golpes pues éstos lo fijan más a sus bases”, pero lo que no se dice abiertamente es que los fijan a las bases de la ética restringida de su grupo. Sin importar el color o punto de partida de la “filosofía” grupal sectaria, es evidente que los grupos ocultos no han producido resultados positivos en éste País.

Hecha ésta mención, no debe pasar desapercibido que un grupo sectario con todas sus características como jerarquías de orden, normas de disciplina, castigos e inducciones a pensar que se tiene la verdad absoluta, son muy distintos de los grupos de trabajo en equipo integrados por estadistas, tan necesarios y tan edificantes como escasos.

La corrupción, en la materia que nos ocupa, consiste en el uso del poder público para el logro de beneficios particulares o sectoriales, que no se identifican ni comulgan con el bien común que como partido preconizamos en cada uno de nuestros discursos.

Causas de la corrupción.

Se me ocurre que las causas pueden ser endógenas o exógenas.
Entre un cúmulo de causas endógenas que parten de los individuos, podemos enlistar las siguientes a modo de ilustración:

Falta de valores humanistas (trascendentes, universales, inmutables).
Carencia de una conciencia social por falta de educación, apatía, extrema necesidad de resolver problemas corpóreos inmediatos etcétera.

Estos dos puntos anteriores derivan, entre muchas otras circunstancias: o bien en el divorcio entre poseer mucha información sin formación ética utilizando las tecnologías contemporáneas; o bien no tener acceso a información y mucho menos tener acceso al conocimiento de los valores humanistas, lo cual deriva en una inaplicación de éstos ante su desconocimiento.

Desconocimiento legal. Aún cuando la ignorancia de la Ley no exime de su cumplimiento, no se da una adecuada difusión a los derechos básicos de los ciudadanos, que además llevan aparejada también una lista de obligaciones a observar.no dejan de existir ordenamientos legales absurdos por su anacronismo o por ser nugatorios en la inaplicabilidad fáctica, y son susceptibles de ser utilizados en forma ilegítima para perjuicio de la Sociedad.

La codicia derivada del excesivo bombardeo publicitario, que lleva a frustraciones al no poder acceder a tal o cual estatus social o a tal o cual bien del orden material, que más que necesario, pudiere ser simplemente banal, pero que al no poder alcanzarlo, el individuo siente una baja autoestima.

Como elementos exógenos de la corrupción que son derivados de la influencia directa del entorno social, tenemos:

Impunidad en los actos de corrupción. O los grupos sectarios “se protegen” entre sí, o las autoridades (pertenecientes o no a grupos “discretos”) prefieren “no tocar ciertos intereses” (casi siempre del orden económico), o por miedo a represalias o en razón de muchos otros móviles; no se castigan las conductas abusivas sin importar si las comete una institución financiera o un individuo con poder o no, pero más aún, otro problema es no dejan de existir ordenamientos legales absurdos por su anacronismo o por ser nugatorios en la inaplicabilidad fáctica, y son susceptibles de ser utilizados en forma ilegítima para perjuicio de la Sociedad. En principio hay tantos, que muchas veces chocan entre sí. Sólo basta revisar la gran cantidad de delitos “especiales” que se encuentran en códigos distintos al penal, o las diversas interpretaciones que pueden tener las leyes mercantiles, o la inequitativa Ley Federal del Trabajo, particularmente en la parte adjetiva, condenando a los patrones a cargar con la corrupción de muchos malos trabajadores, o un sindicalismo que favorece la evasión fiscal o la impunidad.

Modelos sociales que transmiten antivalores. Tenemos la graciosa tendencia de copiar modelos extranjeros que de acuerdo a la edad o condición socioeconómica pueden parecer glamorosos, o la solución a determinados problemas de menor jerarquía moral o jurídica, pero que sin duda no son necesariamente útiles ni correctos, como la retahíla de estupideces que contienen algunas leyes en el Distrito Federal, carentes de sustento filosófico moral y totalmente alejados del humanismo. Se está distorsionando el sentido de la familia tradicional (que no por ello pasada de moda) como núcleo básico de la sociedad y la reproducción humana responsable lleva implícito el asesinato de un cigoto pues para los “asesores” y “juristas” de “izquierda” en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México son doce semanas las que determinan que un ser humano sea sólo un ENTE depurable impunemente en el vientre materno.

Excesivo poder discrecional del funcionario público, concentración de poderes y de decisión en ciertas actividades del gobierno, particularmente en la Función Ejecutiva del poder. La herencia presidencialista no se ha terminado, y en la medida en la que no exista una auténtica legislación APLICABLE y eficaz en materia de responsabilidades de los TODOS los servidores públicos, no se va a combatir la corrupción, y más aún; EL FUERO DE CIERTOS FUNCIONARIOS DEBE SER ANALIZADO Y REDIMENSIONADO, PUES MUCHAS VECES SIGNIFICA LA POSIBILIDAD DE GENERAR UNA DELINCUENCIA INSTITUCIONALIZADA!!!

Control económico o legal sobre los medios de comunicación que impiden se expongan a la luz pública los casos de corrupción. Resulta muy triste, que tan pronto como un acto de corrupción es evidenciado, los gobiernos y los “afectados” retiren su publicidad, por medio de la cual, a modo de “chayote” institucionalizado (soborno o extorsión para publicar o dejar de publicar).

Salarios demasiado bajos. De qué sirve que se generen empleos si no sirven para que el trabajador tenga una vida decorosa. Así como se les exige, es menester también motivarles a producir con gusto pues podrán acceder fácilmente a lo que fabrican. El inspirador ejemplo de Henry Ford debe ser retomado y adecuado a los tiempos actuales, particularmente ahora que estamos al borde del colapso financiero mundial. Una persona motivada y autorrealizada, difícilmente se corromperá, tanto en el sector público como en el sector privado.

Falta de transparencia en la información concerniente a la utilización de los fondos públicos y de los procesos de decisión. Afortunadamente se ha revertido la errónea disposición “constitucional” local en Querétaro de la integración de la Comisión Estatal de Información Gubernamental a la Comisión de Derechos Humanos. Favorecer los órganos constitucionalmente autónomos enriquece a las sociedades pues reparte el poder y sistema de frenos y contrapesos!!!! En ésta tesitura, ahora es menester difundir con más ahínco la gama de posibilidades derivadas de la Ley de Información Gubernamental y exigir que de todo se rindan cuentas. Nos encantaría saber con veracidad a muchos ciudadanos, por ejemplo cuánto gastan nuestros gobernadores, funcionarios gubernamentales, diputados, presidentes municipales etcétera en viajes “de promoción” y “de trabajo” y cuáles son los resultados de dichos viajes, es decir YA QUE SE HACEN CON NUESTRO DINERO, que se nos indique qué beneficio nos han reportado.

Poca eficiencia de la administración pública. Añejo mal el de haber convertido el Gobierno en una agencia de colocaciones, donde con la cuarta parte del personal y sin sindicatos charros, se podría servir mejor a la ciudadanía.

Prevencion

Las plataformas políticas suelen ser utópicas, sin embargo en la DEONTOLOGÍA y en el pensamiento abstracto es como han surgido las grandes soluciones a los grandes problemas.
Difusión de la Etica y la Educación Cívica como materia curricular desde los primeros años de primaria, hasta los estudios de postgrado. Mucho se han preocupado las escuelas contemporáneas a fortalecer el razonamiento matemático (que es muy bueno) pero dejando de lado la asertividad de los conceptos Héticos humanistas e inclusive religiosos. Aunque se han hecho esfuerzos por ir retomando poco a poco la Axiología en los programas educativos, éstos esfuerzos NO SON NI REMOTAMENTE SUFICIENTES, por ende, tanto en la familia como en la escuela vamos favoreciendo no sólo el conocimiento de la ley, sino en el DIARIO ejercicio de los valores en la coexistencia. No es tan complicado. No se trata de escribir más leyes. Hay que pulir las que existen y tienen aplicación, y hay que depurar las que no valen la pena o son repetitivas. ESA ES LA HIPOTESIS LABORAL Y LA JUSTIFICACIÓN DE LA EXISTENCIA DE LOS LEGISLADORES y no la mera gestión social populista.

Responsabilidad. No es tan difícil, todos tenemos derechos, pero debemos ejercerlos observando nuestras obligaciones recíprocas, ello es responder. TODOS desde el Presidente hasta el Gobernador y del Jefe Policiaco al más humilde de los ciudadanos, debemos responder por nuestras obras. Es menester revisar, entre otros, los Códigos Fiscal, Civil, de Comercio, Penal, y la Ley Federal del Trabajo, y las leyes de responsabilidades de los Servidores Públicos y favorecer la permanente rendición de cuentas DEPURANDO LO QUE SÓLO ESTORBA.

Aprendamos a vivir los valores de la democracia como la JUSTICIA, TOLERANCIA, CAPACIDAD DE DIALOGO y COMUNICACIÓN, pero hagámoslo como estadistas.

PONCHO RODRIGUEZ

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